Sabotaje y conspiración según Héctor Navarro

navarroEl inefable ministro del Poder Popular para la Educación, Hector Navarro, denunció el pasado 26 de mayo que existía un plan de sabotaje en el Plan de Alimentación Escolar (PAE). Recordemos los hechos. El  20 de mayo, 31 estudiantes y tres adultos de la U.E Thomas ALfaro, ubicada en Yaracuy, presentaron síntomas de vómito y diarrea, tras haber consumido pescado mechado (cabaña), bollo, ensalada de papas, zanahoria y jugo de guayaba. Ese mismo día, en la U.E Samuel Robinson, ubicada en Altagracia, 110 estudiantes y 3 adultos se intoxicaron después de desayunar una cachapa rellena con queso artesanal contaminado y jugo de guayaba. Cinco días después se presentó un tercer caso en la U.E.N. Ciudad de Caracas, en Catia, donde 32 estudiantes presentaron vómitos tras comer bollito, queso, jugo de melón y jugo de lechoza. El día 26 le ocurrió lo mismo a 26 alumnos de la U.E.N Alberto Lovera, en Miranda. Comieron arepita dulce con queso. Demasiados casos, como para no generar la iluminada suspicacia del ministro. Atando cabos, el antiguo profesor ucevista, relacionaba estos casos con el clima desastabilizador que promueven factores oscuros de la vida nacional: “nos damos cuenta que el tema educativo ha estado permanentemente en la prensa en las últimas tres o cuatro semanas, sobre todo en medios de comunicación vinculados a la conspiración y ocultamiento de vehículos», a lo que remató “por la frecuencia de ocurrencia de los hechos y las circunstancia en las que se han producido, las autoridades sanitarias me comunicaron, en horas de la noche de este martes, que no podemos descartar la posibilidad de una acción de sabotaje en el tema de la alimentación escolar”. (ABN, http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=183732&lee=6)

Para el funcionario era políticamente correcto, según sus coordenadas, achacar las culpas a la permanente conspiración de sus contrarios que a faltas generadas por la ausencia de supervisión de su despacho en el PAE. Este asunto reviste gravedad si pocas compañías, sin estandares de calidad y prestación correcta del servicio, agrupan la mayoría de los planteles atendidos en el programa de alimentación. Como informó el diario Ultimas Noticias: «
Las empresas Hipermercado de Alimentos F.F, C.A, e Inversiones Alimarvin 222, C.A, que originaron la intoxicación de más de un centenar de niños el pasado 20 de mayo, debido a la ingesta de un queso artesanal contaminado, proveían a 92 planteles del Distrito Capital y el estado Miranda, sumando 29 mil 860 estudiantes atendidos». El reporte del medio nod eja lugar a dudas acerca del origen del malestar de los infantes: licitaciones a dedo a empresas que no cuentan con supervisión de ningún tipo. En este caso, ¿es sabotaje o ineficiencia gubernamental amigo Navarro?

No hay mucho que discutir acerca del sesgo de los medios privados de comunicación, y el uso interesado que hacen de las informaciones que transmiten. Sin embargo, ¿hacen algo diferente los medios estatales? A los ciudadanos de a pie no nos queda otra alternativa que ir construyendo nuestros propios medios de información, desde abajo. Y dar el ejemplo a todos esos órganos autodenominados «comunitarios» y «alternativos» que fungen de tristes apéndices de la política desinformativa estatal, y correas de transmisión de declaraciones tristes como las de Hector Navarro.


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